Kathy va de viaje en su coche junto a su hija Lizzy. Es de noche y circulan por una zona solitaria en la que se desata una tormenta bastante fuerte, aunque la verdad es que el trayecto es muy tranquilo puesto que por la zona no pasa nadie.
De repente se les cruza un animal. Con la tormenta no lo ven a tiempo y tienen un pequeño accidente sin importancia, pero un accidente que deja el coche inservible pues no arranca.
Kathy lo intenta, pues no le apetece quedarse aislada en una zona tan remota, pero el coche no arranca, así que llaman por teléfono para que vaya una grúa, la cual les avisa de que dado lo remoto de la zona va a tardar bastante en llegar.
Ambas están solas o eso es lo que creen al principio, ya que no tardan mucho en darse cuenta de que en el bosque hay “algo” que las amenaza, algo que parece querer matarlas